jueves, 13 de mayo de 2010

El ego sobrevive muy poco tiempo fuera del cuerpo de una mujer. Caminar por las calles sin ver un sabroso culo que invadir es idéntico a vivir una dolorosa y lenta agonía. Caminé y caminé, paso a paso perdía las ganas de hablar, paso a paso el día se oscurecía, paso a paso fui buscando prostitutas, paso a paso estuve seleccionando hasta que la erección con tan solo mirar fuera determinante.

La oscuridad de siempre. Húmeda y desgastada.

Sin ganas de hablar vacié el bolsillo y mis testículos hasta experimentar la más absoluta miseria mientras mi ego se alimentaba con la devolución del dinero.

Y me lo gasté hasta que la siguiente puta, fría como la noche dejó seco mi ego, más que mis huevos vacíos.

Sin nada, caminé y caminé, paso a paso me fui olvidando de mí mismo, paso a paso llegué a casa sin poder abrir la puerta. Mi amante, que me esperaba desnuda, ansiosa, repentinamente empacó las maletas tras abrirme la puerta.

Sin despedirse se marchó.

Pedí una pizza, una hermosa voz me atendió, pregunté después de ordenar qué día estaba libre. Tres días bastan para recuperarme, ¿valdrá la pena averiguar sin actividad previa si su cuerpo hace justicia a su voz?

¿Desde cuándo importa más la voluptuosidad de un cuerpo que la sensualidad de una voz?

martes, 4 de mayo de 2010

¿Por qué fue así?

¿Es producto de mi imaginación? ¿Realmente es lo que más les importa? ¿Si derramas una gota o medio litro de semen?

¡Pensé que lo que importaba era estar dentro de ellas y darles placer!

¿¡¡¡Que no hay final!!!? ¿¡¡¡Qué tan lejos has llegado!!!?

¡Para querer seguir teniendo placer y ya no poder ni derramar una sola gota!

¡Podría ser así, pero regresando a la realidad! ¡¡Estoy aquí!! Mas la soledad aún con su cuerpo rodeando mi pene se siente, como es un partido del Pumas vs Chivas.

¡Igual de solo! Aún rodeado de tanta gente, así es ahora el estar dentro de ella!!

Estar vivo dentro de ti y no sentirte.

Me di cuenta, que no es que no pudiera derramar más semen , sólo que ya no quería estar con ella, sólo era el demostrar que era un verdadero semental por lo cual sentía esa necesidad de hartarla de sexo hasta que dijera que ya no podía mas, entonces llenaría mi ego.

Así que sólo retiré mi pene y sin decir nada le di la espalda y cerré la puerta.