miércoles, 21 de abril de 2010

Se fue la luz, en plena oscuridad, la imaginación se encimaba a las sensaciones.
Y la muchacha, decepcionada porque el hombre gritó que eyaculaba por quinta vez y no saboreo ninguna gota de semen en su boca. El hombre se ha secado, en el interior de sus aguacates quedan huesos secos.
La muchacha pidió al amante abatido que la acompañara a la puerta, y lo hizo. En el camino, volvió a penetrarla.
- Si vuelves a eyacular sin derramar semen, es la última vez que me tienes.

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